jueves, 19 de febrero de 2009

LOS ZARES DE RUSIA


Aprovechando mi condición (ya saben cual) entre ayer y hoy he tenido la oportunidad de visitar dos museos. En alguna entrada anterior dije que el desempleo o "vacaciones forzadas" nos da la oportunidad de crecer como seres humanos y es ahora que tenemos la oportunidad de visitar los museos que hace mucho no pisamos y saborearlos con ese gusto tan especial del que tiene el tiempo suficiente para hacerlo.





Ayer visité el Museo Nacional de Antropología, concretamente la exposición sobre los Zares de Rusia. La museografía está muy bien montada y los objetos exhibidos son muy pero muy interesantes.


Me resultó altamente impresionante la ostentación de riqueza y poder que manejaban los zares de las distintas dinastías, mismas que terminaron con los Romanov y su violenta muerte a principios del siglo pasado. Como en otras dinastías europeas, el gasto en bienes suntuarios era inmoral si tomamos en cuenta las condiciones de vida del campesinado y la clase obrera, pero también es cierto que, gracias a eso, hoy podemos disfrutar de excelsas colecciones de arte en los museos del mundo. Enterarse de la historia del Ermitage y como es que fue construyéndose por etapas a lo largo de los años, te lleva a una especie de romántica necesidad de estar ahí y visitarlo con toda calma. Quizá se pueda cuando nos jubilemos de ese trabajo que aún no tenemos. Seguramente que así será, ¿porqué no?


Hoy visité el Museo Nacional de las Intervenciones, ex-convento de Churubusco. Paradisíaco lugar enmedio de la neurosis de la gran ciudad. Su museografía es mas bien mala ya que no es fácil leer las pequeñas placas que acompañan a los objetos exhibidos, a menos que tengas cuello de jirafa. Muy interesante resulta también enterarse e imaginar como vivían allí los monjes franciscanos y sus rigurosos ejercicios espirituales. Por lo que se refiere a las diferentes intervenciones extranjeras que nuestra nación ha tenido que sortear me quedan en claro dos cosas: 1. Que la nuestra es una nación aún joven que ha vivido, de alguna manera, en crisis constantes y sin descanso, nomás échenle cuentas y un vistazo a sus libros de historia patria, y; 2. Que este país y su gente han salido airosos de cuanto problema se ha presentado, siempre con buen ánimo y trabajo por delante.


¿Cuantas reflexiones puede generar una visita al museo, no?




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