lunes, 29 de junio de 2009

JACKSON EL MITO


El viernes pasado todo el mundo se enteró y de alguna manera se conmovió con la noticia de la muerte del Rey del Pop, Michael Jackson.

Los que conformamos mi generación, curiosamente la misma del astro de la música, bailamos, nos divertimos, cantamos y hasta nos enamoramos con la música de Jackson. Sin duda alguna, a partir de él la música pop cambió. Su manera personal y peculiar de bailar es aún imitada en nuestros días por toneladas de "artistas" y efímeras estrellas del hip hop y danzas rituales similares. Bueno, estoy seguro que hasta Luis Miguel se inspiró en Michael para ejecutar esos dos o tres pasitos que tan hechos tiene y que provocan el alarido de las féminas en cada presentación. Michael Jackson se ganó un lugar en la historia de la música y es por eso que lo extrañaré, solo por eso.


Los genios no caben en este mundo, su paso por él es corto y el camino tortuoso. Los genios no aceptan al mundo y su tránsito por él es sufrido, no aprueban nada, ni a ellos mismos.


Este, estoy seguro, es el caso de Jackson. Se dice, y no me cuesta creerlo, que tuvo una infancia de sufrimiento y explotación, de miseria espiritual que a la postre lo llevó a mantener una vida de negación al crecimiento, a lo establecido y sus reglas, a la aceptación de su propia realidad hasta el grado de destruir su cuerpo con cirugías y fármacos que lo llevaron a la muerte. ¿Prematura? no lo creo, así lo quería él y así tenía que ser.

Desmitifiquemos a Jackson, no se corten las venas, fue la estrella del pop sin lugar a dudas pero el que esto escribe no comparte, ni acepta, su tan natural inclinación y apetencia por los infantes, así como la negación de su realidad a extremos que siempre caminaron el sendero de lo grotesco.


Voy a extrañar la música y el baile de Michael Jackson pero nada más y, en una de esas, más voy a extrañar a Farah Fawcett. Que ambos descansen en paz.

martes, 23 de junio de 2009

JOAQUIN CORTES


El día de ayer y animado por mi conocimiento y admiración previos por el artista, acudí al Auditorio Nacional para ver bailar a Joaquín Cortés.


En mi opinión, Joaquín Cortés representa el culmen de lo "calé" o gitano y su arte lo más sublime del duende en la expresión artística de esa raza. Nacido en Córdoba hace ya cuarenta años, con formación de bailarín de ballet, Cortés ha logrado una perfecta fusión entre la técnica, la estética y el sentimiento que podemos encontrar en las diferentes expresiones del baile flamenco. De hecho, en las dos oportunidades anteriores que tuve de verlo su arte y ejecución logró arrancarme algunas lágrimas y asegurar que, si Dios bailara flamenco, así lo haría muy seguramente.


Lo anteriormente dicho, lo sostendré siempre y para mí Cortés siempre será el #1. Sin embargo, el que ayer ví fue otro Joaquín Cortés. Los años no pasan en vano y el cuerpo se cansa.

Ayer, el artista materialmente se dedicó a "torear" al público fundamentado de manera básica en su carisma y su arte excelso. Apeló más a sus atractivos y al despliegue escénico que a la interminable energía que solía desplegar como único espada en el escenario, abusó de los excelentes números ejecutados por sus músicos y bailarinas como para darse un largo descanso entre solo y solo.

Decididamente y aunque me duela, debo reconocer que Cortés empieza a dejar de ser quien solía ser y, aunque los dioses también se cansen, volvería a verlo en la primera oportunidad que tenga.

viernes, 19 de junio de 2009

RHAPSODY IN BLUE


Como buen urbanita muchas veces siento que la vida en nuestra ciudad y en otras muchas de su tipo corre, y es, como la Rhapsody in Blue de George Gershwin. Este genial neoyorkino, muerto muy joven antes de cumplir los cuarenta años, jamás imaginó (ni le importó) el impacto que su citada obra haría en la vida y en la sensibilidad de quien esto escribe.


Si la escuchan, la disfrutan, la sienten y la entienden, la Rhapsody in Blue maneja y comprende a la perfección la cadencia, el ritmo, el sentimiento, la emoción, la rutina y la esperanza de una gran ciudad. La vida de los urbanitas, con sus alegrías, tristezas y esperanzas transcurre como si fuera sacada de esta obra. Si alguien alguna vez ha visto la caricatura de Walt Disney musicalizada con la Rhapsody in Blue entenderá lo que digo.


Gershwin con su Porgy & Bess, Un Americano en París y por mucho y sobre todo con la multicitada Rhapsody in Blue, permanecen dentro de mí como la descripción musical perfecta, más sentida y sublime del sentimiento urbano.


Vayan entonces este muy sencillo homenaje y mis pensamientos para George Gershwin, quien intensamente vivió y tempranamente murió.

lunes, 8 de junio de 2009

ENVIDIA

Según entiendo la envidia es un pecado. No soy, como otras veces ya lo he manifestado, muy versado en las cosas de la iglesia, pero creo que la envidia es un pecado y no mortal precisamente. Dado lo anterior, con la venia de la Iglesia (porque estoy seguro que a Dios le importa un comino) y para no morir un día insatisfecho por resistirme a conocer la envidia y otras bajas pasiones, he de reconocer que últimamente y con cierta frecuencia he sentido envidia.
Te has de preguntar quien es el depositario de mi envidia y de inicio estoy seguro que estás equivocado en lo primero que pensaste. No, no tengo envidia de aquellos que poseen cosas, dinero, bienes, un trabajo, éxito, popularidad, no; tengo envidia de los ignorantes.
Ultimamente y en razón del tiempo del que dispongo para pensar, me he acostumbrado a ver la vida y a analizar todo desde otra perspectiva. Aunado a lo anterior, el diplomado que estoy estudiando me ha dado la oportunidad de refrescar mi visión y conocer al mundo y a mis congéneres de otra manera. Estoy teniendo la interesante oportunidad también de conocer actualidades y tendencias de diversa índole que me permiten anticipar lo que nos espera a los habitantes de este planetita y me queda claro que, como a otros autores y pensadores les había escuchado antes, mientras más sé más me preocupo y me asusto.
Me preocupa la arrogancia y megalomanía de muchos quienes nos gobiernan, me preocupa la actitud de quienes barren la calle con el chorro del agua, me preocupa que los jóvenes crezcan en la carencia de valores fundamentales, me preocupa que no hemos sabido transmitirlos o que no hemos, en todo caso, sabido imponerlos, me preocupa la narcoviolencia, me preocupa que como humanidad no estamos dando la lectura correcta a los mensajes que la vida nos envía, me preocupa el cinismo, me preocupa la selección nacional de futbol, me preocupa el desempleo galopante que hoy impera, me preocupa que un día sea demasiado tarde y ni cuenta nos dimos.
Es por todo lo anterior que tengo envidia de los ignorantes. A ellos poco les preocupa. Viven al día, intelectual, emocional y económicamente a veces. Vivirán sin aprender, no les importa y ni cuenta se han dado. Quieren pero no aman, disfrutan pero no conocen el gozo, no ven más allá de sus mocosas narices, se dejan gobernar sin cuestionar, toman el aire sin respirar.
No sé si exista la envidia de la buena pero, respecto de los ignorantes, la mía no es de esas.

domingo, 24 de mayo de 2009

ASI NO SE PUEDE.....

Todo empezó con la maldita caja de transmisión.....después...así no se puede o.....cuando menos...resulta difícil.

No se puede cuando tienes que pagar por la reparación de la caja de la transmisión, cuando resulta que tu ciudad, y tu país entero, entran en cuarentena por un maldito virus que nadie sabe de donde vino, cuando las autoridades y los "medios oficiales" lo único que pretenden es que sientas miedo, cuando mientras investigas te encierras con tu familia, cuando el encierro te lleva a probar nuevas experiencias y posibilidades de convivencia que nunca habías imaginado siquiera, cuando todas tus estructuras de vida se trastocan, cuando lees las noticias y gracias a la influenza tus posibilidades de obtener un empleo decoroso siguen en el limbo, cuando le preguntas a tu Dios dónde estamos, cuando alucinas a López Dóriga y a Alatorre, cuando mueres de calor,cuando haces cuentas y te encuentras con que no tienes nada de lo cual racionalmente debas quejarte pero, a su vez, no es la mejor situación de tu vida, cuando esperas y no sabes bien a bien qué esperas, cuando tienes la conciencia de un menisco roto, cuando el médico te dice que la cirugía es el único remedio, cuando necesitas "perder tiempo" en organizar tu cirugía con tu compañía de seguros y con tu doctor, cuando la rodilla te duele y tú te callas, cuando adquieres la perfecta noción y el recuerdo de que te habrá de doler la cirugía, cuando llegas al hospital para operarte y, muy en tus adentros, piensas que te puedes morir a causa de una anestesia mal aplicada, cuando te rebanan los brazos a picotazos unas enfermeras ineptas para poder canalizarte, cuando despiertas de la anestesia y no sabes siquiera donde estás, qué dijiste y a quién viste, cuando, al otro día, sabes que estarás mejor pero que tus carnes y tu intimidad han sido violadas, cuando tienes que atender a tu diplomado y tu maestro pretende cubrir un plan de un año en siete semanas, tienes que cubrir tus tareas y tienes miedo por tu salud, cuando los políticos sacan ventajas de la influenza, cuando cada vez lees las peores noticias acerca del mundo y su futuro: agua, economía, energía etc...

Así no es fácil y no se puede....

Con todo lo anterior, no es fácil escribir, no es fácil exprimir la letra, no es fácil buscar y alcanzar la inspiración para escribir algo que valga la pena y, sin embargo, siempre hay alguien que te empuja para hacerlo y, nuevamente, gracias Teófilo!

domingo, 22 de marzo de 2009

LA SANTA MISA


Hoy tuve una experiencia mística y quiero compartirla. No, no se asusten, no pretendo que Juárez ni Lerdo de Tejada se revuelquen en sus tumbas, no quiero que lo demonios del averno(a quienes no temo ni en ellos creo) se mofen de mí señalándome con sus dedos encendidos, ni deseo verme como un nuevo adalid en la apología del dogma y del rito. Lo que sí quiero es hacer un reconocimiento a esos pocos -quizá en estos tiempos, muy pocos- curas que se preocupan por su iglesia y la cada vez mayor pérdida de fieles a la misma. Quiero hacer un reconocimiento a esos curas que ACERCAN, DESMITIFICAN Y HUMANIZAN la palabra de Dios. Paso a explicarme.

Hace unos días y motivado por las breves pero contundentes y sabias palabras de mi profesor del diplomado, reflexioné que mis creencias y largamente maduradas posturas ante la fe, la religión y especialmente el dogma y la práctica de un rito, no necesariamente debían ser transmitidas a pie juntillas a mis hijas sin darles las oportunidad de conocerlos y practicarlos para que estén en la aptitud de tomar algún día sus propias decisiones. Finalmente la fe en lo que sea no es algo que se imponga, ni por mucho he pretendido hacerlo. Sin embargo, como padre he fallado en acercarlas a la iglesia para que la conozcan y decidí que me daré a la tarea de hacerlo. Quizá a mi manera pero he de hacerlo.

Motivado por lo anterior, el día de hoy acudimos a misa de seis a la iglesia más cercana a nuestra casa. Cual sería mi sorpresa que nos encontramos con un cura -por cierto con un marcado acento argentino- que nos dejó boquiabiertos y agradecidos con la vida por haberlo encontrado precisamente hoy y en la misa que elegimos por azar. El evangelio y el sermón versaron sobre el AMOR, pero con el toque personal de un cura que dio el sermón a mitad del pasillo central de la iglesia, que para explicar su concepto del amor analizó la letra de una canción de Silvio Rodríguez -y que yo no conocía- llamada "Por quien merece amor" y que al final del mismo nos hizo escucharla a través de las bocinas del templo, que habló de un Dios que nada tiene que ver con que nos secuestren y nos roben nuestros congéneres, que el amor de Dios no es de castigo y recompensa porque no es un amor de mercado, es un amor incondicional que no espera nada a cambio. Finalmente y es algo que yo nunca había visto, al terminar la misa el cura salió al atrio a saludar y dar la mano a sus parroquianos. No ví a nadie besarle la mano y yo, fiel a mi intuición y mi impulso, le dí la mano y lo felicité.

Sin la intención de parafrasearlo con exactitud, comparto con ustedes un concepto expresado por Paulo Coelho y que hoy, después de la seis de la tarde ha taladrado mi cerebelo ¿o el bulbo raquídeo? no sé, pero dice algo así como que todas las religiones y sus iglesias están formadas por comunidades de personas que siguen y practican diferentes dogmas y ritos con la finalidad de alcanzar a un mismo Dios. Y como dijo el gigante Jaime Sabines: " Que Dios bendiga a Dios".

miércoles, 18 de marzo de 2009

MI LEGADO


El otro día y dada la profunda ignorancia que ostento en materia de tecnologías de la información, apenas me enteré que lo que se escribe en un blog ya no se puede borrar. Que aquello que entra en la "carretera de la información" de ella no sale. Que la entradas se pueden editar y hasta adornar con múltiples recursos tecnológicos, pero que mi pensamiento y palabra ahí quedarán por siempre. Admito que mi primera reacción fue de risa pero, tras pensarlo detenidamente, hasta feliz y orgulloso me sentí. Paso a explicarme.


Además de compartir con mis congéneres mi percepción sobre el desempleo y todo lo que acarrea, este blog me ha dado la maravillosa oportunidad de rescatar una habilidad -si es que así fuere ésta-perdida; la habilidad de transmitir la palabra escrita. Siguiendo con esta reflexión, me encontré que con el pretexto de transmitir mi citada percepción he tenido la inmensa fortuna de rescatar un gusto y placer personal que yo creía perdido y, si no, profundamente dormido. Reflexioné también que por cumplir con mi obligación de proveedor y saborear las mieles del éxito corporativo, renuncié a algo que por mucho tiempo me hizo muy feliz. Finalmente, concluí en dos cosas: 1. que la lucha diaria por el dinero para proveer no está reñida con los placeres personales que fortalecen y embellecen tu espíritu y; 2. que un día y que espero lejano, cuando yo no esté en este mundo, mis hijas y aquellos quienes en vida me han querido, puedan conocer algo de mí y mi pensamiento a través de este blog.


Me permito insistir en que las bondades de la tecnología, bien valoradas y utilizadas, ahora nos permiten comunicarnos de forma más trascendente. ¡¡Qué ganas de ver las caras de mis hijas cuando, ya todas unas adultas, lean las barbaridades que su padre escribía!! y que ganas de oírlas platicar juntas rememorando las puntadas y locuras de su progenitor.


Así las cosas, que este blog sirva también como un legado de amor para ellas.....